Muchas veces para ir entre Monselice y Este me gusta tomar un estrecho camino que corre paralelo a un canal por entre campos y viñas, y desde el cual se tiene una bellisima vista a los Colli Euganei.


Más o menos a mitad del recorrido uno se encuentra con una simple y pequeña capilla adosada a un edificio de uso agrícola.

Nunca pensé que este lugar tuviera una historia especial.

La tradición dice que hace muchos, muchos años, en esta zona había una gran sequía y los animales ya sufrían por falta de alimento y agua. Un día la Vigen Maria se apareció a dos pastores y les prometió que si construían un lugar dedicado a ella, la falta de agua terminaría. Así en 1526 nació esta capilla y hasta el día de hoy no falta el agua en este lugar.
