En la plaza principal de la isla de Torcello hay un interesante trono de piedra que es llamado «El Trono de Atila».

Seguramente, Atila nunca se sentó en el, pero su nombre si está relacionado con la historia de éste lugar.

Atila es sinonimo de terror y destrucción. Es sin duda el personaje que primero viene a la mente cuando se piensa a las invasiones barbaricas.

Y es fruto a estas invasiones, no solo de la de Atila, que poco a poco la estructura organizativa de las ciudades Romanas del nord este de Italia entró en crisis.

Esta crisis tuvo como concecuencia que parte de la población, buscara lugares donde refugiarse o donde poder vivir más tranquilamente y con menos peligro.

Las islas laguna Veneta eran un lugar ideal para esto, y asi con el correr de los años, entre los siglos V y VII, éstas se fueron poblando hasta convertirse en la República de Venezia, la principal potencia económica y militar de Europa por mas de un milenio.

El trono de Torcello seguramente fue utilizado por el obispo o por algún otro funcionario importante durante las reuniones con los ciudadanos de la isla.

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