Al principio Edimburgo me pareció una ciudad un poco gris o monocromática, ya que la mayoría de los edificios del centro histórico son hechos con un tipo de piedra de un color café con leche, pero que con el pasar del tiempo, en muchos casos ha tomado un color grisáceo.
Sin embargo, me basto llegar a la Victoria street para hacerme cambiar de opinión y comenzar a ver los colores ocultos de esta bellisima ciudad…



