En mi ultimo viajo a Francia, recorriendo los caminos de la Aquitania, me encontré sin quererlo con un cartel que decía que el famoso acueducto de Pont du Gard estaba a solo 15 km de distancia. Sin pensarlo, cambie los planes de viaje y continué a seguir las indicaciones hasta llegar. Fue la mejor decisión del viaje ya que el acueducto Romano es simplemente espectacular.
Pont du Gard fue construido durante el primer siglo después de Cristo y como su nombre lo dice es un puente, pero que formaba parte de un acueducto que transportaba agua desde su fuentes en Uzès hasta la ciudad Romana de Nemausus, hoy llamada Nîmes.
La construcción de los acueductos siempre requirió de una gran planificación y de técnicas de ingeniería impresionantes para esa época. Para hacer que el agua fluyera de manera continua y con la velocidad adecuada, el acueducto debía seguir un camino sinuoso aprovechando al máximo los relieves de las colinas. De este modo los Romanos construyeron un acueducto de 50 km de longitud cuando la distancia desde la fuente a Nimes es de solo 20 kilómetros.

Estructura de madera para construir los arcos del acueducto. Replica en el museo del sitio.

Reproduccion de una grúa usada para construir el aqueducto
Los bloques son de piedra caliza que lo forman se extrajeron de una cantera a menos de un kilómetro del sitio de construcción del puente. Fueron instalados gracias a un torno accionado por una rueda que fue girada por los trabajadores. Se supone que la construcción duró cinco años, empleando a unos 800 a 1000 trabajadores.

Las piedras que sobresalen y los hoyos que se ven permitían anclar las grúas y otras maquinas utilizadas para la construcción.
Estudios modernos que han analizado los depósitos de sedimento sobre piedra caliza del acueducto sugieren que estuvo en operación por unos 400 o 500 años.

Detalle del puente a un costado del acueducto.

El acueducto tiene una pendiente promedio de solo 25 centímetros por kilómetro.
Según la información del sitio oficial de Pont du gard, este es el puente más alto jamás construido durante la antigüedad. Para crear el arco central que cruza el río Gardon, se diseñó la bóveda más grande del mundo, nunca antes hecha. El Ponte del Gard es el único ejemplo de un acueducto de tres niveles, todavía visible.
En 1985, el acueducto se incluyó en la lista de sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO.