Para mi, uno de los elementos arquitectónicos más interesantes de la Basílica de San Marco son sus grandes cúpulas.

Como se puede ver en el mapa, la basílica tiene un diseño de cruz latina con cinco cúpulas, una en cada vértice de la cruz y una quinta en medio de las otras.
Pero San Marco no ha sido siempre así. Como todas las iglesias antiguas, ha sido construida, reconstruida y ampliada numerosas veces a través del tiempo.
En el siglo trece, como parte de las obras que estaban transformando el aspecto de la plaza, se decidió agrandar las cúpulas para proteger por las preexistentes y para darles un aspecto monumental, en un clásico estilo Bizantino.

Para ello, las antiguas cúpulas fueron completamente recubiertas por el exterior con una nueva estructura de madera recubierta de plomo, a la cuales se agregaron uno bellesimos para rayos.