En la vigilia de la visita del Papa a Iznik (la antigua Nicea) fue dado a conocer el descubrimiento de un gran mosaico romano del siglo III
Este mosaico estaba enterrado bajo una calle y fue descubierto inicialmente en 2014 durante trabajos de infraestructura; su excavación arqueológica formal comenzó posteriormente. El mosaico muestra figuras detalladas como la personificación del lago Iznik, representado como una figura femenina con elementos acuáticos, y una diosa de la abundancia con una cesta de frutas, entre otros motivos geométricos y símbolos comunes en el arte romano.
El mosaico está compuesto por tres paneles rodeados por un borde de hojas de granada y hiedra, símbolos de fertilidad y renacimiento, y se encuentran también patrones complejos hechos con pequeñas teselas de piedra, mármol y vidrio. La antigüedad y el acabado de la obra sugieren que formaba parte de un edificio público romano o una residencia lujosa. La excavación ha revelado que la estructura fue utilizada a lo largo de los siglos, con evidencias de daños y remodelaciones durante distintos periodos históricos, incluyendo épocas romana, bizantina y otomana.
Además del valor artístico, el mosaico es importante para entender la historia y cultura de Iznik y su evolución a través de los siglos como un sitio con relevancia estratégica y cultural en la región del noroeste de Turquía.




