Si tuviera que elegir mi lugar favorito de Würzburg, este es el puente viejo, el puente medieval que cruza el río Meno.

Durante siglos, fue el único puente para cruzar el río en la zona, conectando el casco antiguo con la fortaleza Marienberg. El puente mide aproximadamente 185 metros de largo y tiene varios arcos y balaustradas adornadas con doce estatuas de santos y figuras históricas, como emperador Carlomagno y varios obispos importantes de Würzburg.



Su diseño arquitectónico se inspira en el puente Sant’Angelo de Roma y sirvió de modelo para el puente de Carlos en Praga. A lo largo de la historia, el Alte Mainbrücke ha soportado guerras, incluyendo daños parciales en la Segunda Guerra Mundial, pero fue restaurado para conservar su aspecto original.
Hoy en día es un puente peatonal popular, no solo por su valor histórico, sino también por las vistas panorámicas que ofrece del paisaje urbano, incluyendo la fortaleza Marienberg y la catedral de Würzburg. El puente también es famoso por su ambiente animado con músicos callejeros y locales disfrutando del vino de la región.







