La peste de Justiniano fue una pandemia devastadora que afectó al Imperio romano de Oriente, incluyendo Constantinopla, y se extendió por Europa, Asia y África entre los años 541 y 750. con un impacto que pudo causar la muerte de entre 25 y 50 millones de personas, aproximadamente el 13% al 26% de la población de entonces.

El brote más inicial se registró en 541 en la ciudad de Pelusio en Egipto y rápidamente se propagó hacia Levante, Jerusalén, Antioquía y Constantinopla, donde se reportaron miles de muertes diarias.
El impacto histórico fue muy grande, debilitando al Imperio Romano y causando consecuencias en la política y la sociedad de la época. Las autoridades organizaron el manejo masivo de cadáveres para intentar contener la crisis, y fue en uno de éstos lugares, el hipódromo de Constantinopla, donde fueron encontrados los restos que permitieron realuzar los estudios de ADN que han confirmado la presencia de Yersinia pestis en restos humanos de la época, cerrando el debate sobre el agente causante de esta primera pandemia documentada en la historia.
La bacteria Yersinia pestis, es la responsable de la peste bubónica, que devastó Europa casi mil años después de la época de Justiniano.




