En Padova, en Via Campagnola, se descubrió una necrópolis Veneta de edad protohistórica. Este descubrimiento está ubicado a pocos pasos de una necrópolis romana muy rica, descubierta entre 2022 y que contenía alrededor de 220 tumbas que datan desde la época de Augusto hasta principios del siglo II dC.
La nueva necrópolis Veneta, fue encontrada bajo los cimientos de un edificio, se remontaria a un período comprendido entre el VI y V siglo a.C. y la fase inicial de la romanización
Hasta ahora, se han identificado unas diez tumbas, principalmente «dolio» (grandes contenedores de terracota utilizados como urnas cinerarias), pero también cajas de madera y estructuras líticas.
Entre los entierros más significativos destaca una tumba contenida en una gran caja de madera cuadrangular con un rico conjunto de al menos 36 hallazgos, incluyendo jarrones de osario, cerámica de diversas formas, artefactos de bronce y hierro, lo que indica un individuo de alta posición social.
De particular interés es también el descubrimiento de un entierro equino, un caballo cuidadosamente enterrado junto a un gran dolio, sin restos humanos asociados. Este animal tiene un fuerte significado simbólico y ritual en la cultura de los antiguos venecianos, lo que representa un estatus de prestigio y un elemento de continuidad cultural con otras necrópolis venecianas, como la de Piovego, también en Padova.
El descubrimiento confirma que las fronteras de Padua veneciana coinciden esencialmente con las de la ciudad romana, destacando el extraordinario tamaño y la continuidad urbana de la ciudad desde tiempos protohistóricos




