Normalmente vamos a Milano ha hacer trámites y si queda un poco de tiempo libre, tratamos de visitar algún lugar especial.

En el último viaje fue el turno de la Pinacoteca del Brera, y como parte del recorrido pudimos visitar la biblioteca Braidense que se encuentra en mismo palacio y que tiene una interesante historia.


En 1770, la emperatriz María Teresa de Austria, debido a que en Milán no había una biblioteca «abierta al uso común de quienes deseaban cultivar la propia inteligencia y adquirir nuevos conocimientos», decidió dedicar la biblioteca del conde Pertusati al uso público.

En 1773, con la disolución de la Orden de los Jesuitas, el Palacio de Brera pasó a ser propiedad del Estado de Milán y la Emperatriz decidió convertirlo en sede de la Biblioteca Braidense y de otras importantes instituciones culturales, que aún hoy existen:
el Observatorio Astronómico, el Jardín Botánico, la Academia de Bellas Artes, a los que se añadirían posteriormente la Pinacoteca de Brera y la Academia del Instituto Lombardo de Ciencias y Letras.

Tendencias