Visitando el museo arqueológico de Volterra vi un interesante reloj del primer siglo después de cristo.

La superficie del reloj de sol esta formada por un hemisferio cubierto que debía ser orientado hacia el sur, ligeramente inclinado hacia abajo de modo que la parte superior cubríera la superficie cóncava. La luz entraba por el agujero de la parte superior y tocaba las líneas diseñadas en su interior, señando las horas.




