Cuando hace un par de semanas visité el museo arqueológico de Treveri, tuve la oportunidad de ver el mayor tesoro de monedas de oro de época romana jamás encontrado.

Este magnífico tesoro fue encontrado en la misma Treveri en 1993. Al interior de un jarrón de bronce había un total de 2.650 monedas de oro, principalmente Aureos, que eran la moneda estándar de la acuñación de oro Romana de los siglos I y II con un peso medio de 7,27 g.
En las monedas están representados 29 emperadores, emperatrices o parientes de la familia imperial. Las monedas se acuñaron entre el 63 y el 168 d.C. Estas estaban enrolladas en bolsas de cuero dentro del contenedor, que se hizo pedazos cuando fue descubierto accidentalmente por una excavadora. Las bolsas cerradas tenían correas de cuero y tapas con un sello decorado con esmalte.

Se cree que las monedas pertenecían a un particular o a la administración imperial, y que fueron posiblemente escondidas durante un conflicto bélico entre el emperador Septimio Severo y su rival Clodio Albino, que ese año atacó Tréveris aunque no logró conquistarla. Quizá el propietario o administrador del tesoro escondido las monedas però está claro que nunca nadie pudo volver a recuperarlo.
En la misma sala hay en muestra otro tesoro encontrado en 2010 se en Meckel, a unos 25 km de Treveri. Este contenía 7.486 monedas que estaban enterradas en una olla de cerámica. Las monedas fueron depositadas alrededor del año 313 d.C. en la zona de un complejo de villas romanas.
Dado que el tesoro fue enterado en un periodo de paz, se cree que este dinero era el necesario para cubrir los costos de funcionamiento de una granja o un tipo de ahorro en caso de imprevistos.

La mayor parte de las monedas son “Follis”, monedas de bronce con una superficie de plata que fueron acuñadas en el siglo IV d.C. Muchas de las monedas fueron producidas en la ceca de Tréveris, pero otras proceden de regiones de la actual Francia, Italia, Croacia, Túnez, Grecia, Turquía, Siria y Egipto, demostrando cuanto global era la economía romana.





