San Marino cuenta con tres núcleos fortificados ubicados en los puntos más altos del monte Titan, y que fueron construidos principalmente entre los siglo XIV y XVI.

La Rocca Guaita. En dialecto sanmarinense significa «montar guardia».

La primera torre que es conocida como «Rocca Guaita» es la más antigua y grande fortaleza de San Marino. Fue construida originalmente el siglo XI, directamente sobre la piedra de la montaña por lo queno tiene cimientos.

Ha sido reforzada varias veces  y fue reconstruida en la segunda mitad del siglo XV. Sus sólidos muros, estan protegidos por dos murallas entre las que encontraban refugio los habitantes del pueblo durante los asedios. El núcleo central era el cuerpo de guardia y algunas partes se utilizaron como prisión hasta octubre de 1970.

La muralla interior está limitada por el Campanario y la Torre della Penna, ambas construidas varios siglos después. En la interior se encuentra el Mastio, la parte más antigua del complejo y la única que ha permanecido casi inalterada a lo largo del tiempo.

La primera torre es la más antigua de las tres torres de San Marino.

La segunda torre es llamada «Rocca Cesta» fue construida en el siglo XIII en el punto más alto del monte Titan.

La Cesta desde la distancia.

La torre del homenaje, fechable en los siglos XIII-XIV, es el cuerpo más antiguo. Se construyó en una sola fase  hasta el camino de ronda. Tiene una planta pentagonal y, como es habitual, su puerta de entrada se situó a gran altura. Alrededor del siglo XV se construyó un muro defensivo alrededor del torreón.

La secunda torre, la Cesta.
Entrada a la segunda fortificación. En su interior hay un museo de armas, y una pequeña iglesia.

Las últimas mejoras defensivas de la Segunda Torre datan de los siglos XVI-XVII y consisten en la construcción de un «puntal» y la prolongación de las murallas hasta el borde del acantilado.

Torreón externo de la segunda fortaleza.
Detalle del muro exterior de la segunda torre
Detalle de la segunda fortaleza.

La Tercera Torre llamada Montale data de finales del siglo XIII. Es la más «pequeña» en términos de tamaño, pero tenía un papel estratégico para la defensa: de hecho, desde ella se dominan amplias proporciones del valle.

La tercera torre.

Es una fortificación con una planta pentagonal, fue restaurada varias veces a lo largo de los siglos, la última en 1935. En su interior hay un calabozo de 8 metros de profundidad, conocido como «el fondo de la torre».  Esta torre no está abierta al público.

Detalle de la tercera torre.

Las murallas. En cada ángulo de San Marino podemos ver sus bellas murallas. Originalmente La ciudad de estaba fortificada por tres murallas construidas en tres épocas diferentes y que demolidas en gran parte para permitir la expansión de la ciudad.

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