Mi plaza favorita en Mantova es la «Piazza delle Erbe» ya que en ella se alzan tres de los principales edificios de la ciudad: el Palazzo della Ragione, la rotonda de San Lorenzo y la torre del Orologio.
La torre, fue erigida entre 1472 y 1473 por Luca Fancelli, arquitecto florentino al servicio del marqués de Mantova Ludovico III Gonzaga, sobre los cimientos de un edificio preexistente del siglo XIII.

A finales de 1473 se colocó en la torre un reloj astronómico, obra del matemático mantovano Bartolomeo Manfredi, también conocido como Bartolomeo dell’Orologio.


Para subir a la torre hay que subir una larga escalinata que conduce al Palazzo della Ragione y desde este se puede continuar subiendo.

En la primera sala hay una exposición inicial de los objetos y engranajes que fueron sustituidos a lo largo del tiempo por quienes han realizado trabajos de restauración en el reloj. Es posible admirar la corona del siglo XV, las agujas, los signos zodiacales de cobre repujado, el péndulo de Fontana y también las dos estructuras del siglo XIX de madera y chapa tallada que girando detrás de las ventanas octogonales, permitían leer el reloj incluso de noche.

Más arriba está la sala donde están todos los mecanismos del reloj. Estos fueron reparados o reconstruidos íntegramente en 1989 por Alberto Gorla, maestro relojero, siguiendo los esquemas originales ideados por Bartolomeo Manfredi.
El reloj se compone de dos partes: el castillo, en la pafte dercha de la foto, donde se encierran los mecanismos de la hora y el carillón, ambos accionados por masas colgadas de cadenas que hacen girar los respectivos cilindros. La segunda parte a la izquierda en la foto, y que esta conectada a la pared que da a la plaza, donde se encuentra el complejo mecanismo que regula la parte astronómica/astrológica del reloj. Se trata de un aparato muy sofisticado que contenía un extraordinario sistema de autoajuste de la duración de la hora durante la sucesión de las estaciones, ya que en la antiguedad el número de las horas variaba con las estaciones. Hoy en día, el reloj está ajustado a la hora media europea.
Cuando estábamos viendo los mecanismos del reloj, fue justo medio día, y todos los engranajes y piezas del reloj comenzaron a moverse y accionaron las campañas. Tuvimos mucha suerte ya que así pudimos entender mejor su funcionamiento.

La visita a la torre me gustó mucho, no solo por haber podido admirar el reloj desde el interno, sino también por el impresionante panorama que se abre en el último piso de la torre, donde se puede contemplar una de las vistas más bellas de la ciudad de Mantova.











