El duomo de Mantova es uno de esos edificios que vale la pena obsevar detenidamente. Cuando lo visité hace unos pocos días, me llamó inmediatamente la atención el costado que mira al palazzo ducale. Basta observarlo para darse cuenta que estamos delante de un edificio muy antiguo pero que ha sufrido notables trasformaciones atravez de los siglos. Un campanil Románico, un muro Gótico y una fachada barroca son prueba de esto…
Apenas al ingresar al duomo me pareció estar dentro de una antigua basilica Romana. 4 filas de columnas, cinco naves, techo «a cassonetti » y muchas otras decoraciones que acostumbramos a ver en los monumentos de la antigua Roma.
Però cual es la historia de este magnífico monumento:
La primera iglesia de la que se tiene información fue destruida por un incendio en el año 894. Posteriormente fue reconstruida dos veces, la última de las cuales en estilo románico entre 1132 y 1150. De esta iglesia ha llegado hasta nuestros dias el campanil.
El duomo fue nuevamente reedificado entre 1395 y el 1401 por orden Francesco I Gonzaga, pero esta vez en estilo gotico y de este edificio es todavia visible la pared externa que da hacia el palacio ducale.
En 1545, después de un nuevo incendio, el cardinal Ercole Gonzaga, que en ese momento era regente del ducado, ordenó su restruturacion la que fue encargada a Giulio Romano, quien dejo intacta la fachada y las paredes exteriores, pero reconstruyó el interior imitanto el aspecto de la original Basilica de San Pedro de Roma, antes de que esta fuera demolida y reconstruida según los diseños de Bramante, Raffaello e Antonio da Sangallo.
Después de la muerte de Giulio Romano en 1546 las obras continuaron bajo las órdenes de su alumno Giovan Battista Bertani.
El último cambio radical que sufrio el Duomo fue la demolición de la fachada gótica y su sustitución por la actual, construida completamente en mármol que fue realizada entre el 1756 y 1761.
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