Las iglesias son normalmente construidas en un lugar central, de fácil acceso y donde puedan ser vistas y admiradas.
La iglesia de Santa Sofia no es una excepción a la regla, pero debido a diversas transformaciones que sufrió con el pasa del tiempo, hoy está completamente rodeada de casas, y si no fuera por que su campanil se asoma tímidamente entre los techos de estas, sería prácticamente invisible desde la calle.





