El puente Romano de Merano es uno de los símbolos de la bellisima ciudad de Merano ubicada en Alto Adige.
Aunque el nombre «Ponte Romano» sugiere que el puente podría tener orígenes romanos, en realidad se construyó en 1616 para sustituir un antiguo puente de madera.

Probablemente desde la antigüedad existe un puente que une las dos orillas del rio Passirio. En este lugar había en la antigüedad una importante presencia Romana para cuidar este importante paso de montaña, demostrada por los restos de un Castrum y una Statio Romana ubicadas a ambos lados del río, que sin duda debían estar comunicadas.
Un antecedente aún mas claro se tiene de la crónica Vita Corbiniani, obra del obispo Arbeo que data del año 760, ya que en ella se hace referencia a un puente de madera en la zona.
El nombre de «Puente Romano» se introdujo en 1935 a raíz de la italianización de los nombres del Su Tirol por parte del fascismo. Anteriormente se llamaba simplemente «Puente de Piedra», traducción del nombre original alemán Steinerner Steg.
Para llegar al puente basta seguir el bellisimo sendero que corre a lo largo del río




