Los Della Scala o Scaligeri fueron una familia que gobernó la ciudad de Verona y muchas zonas de los actuales Veneto y Lombardia, desde mitad del siglo XIII hasta casi el final del XIV.
Para defender sus territorios construyeron más de 40 castillos o fortalezas repartidas en distintos lugares de su zona de influencia.
Uno de estos es quizas uno de los castillos Italianos que mas me gustan, y es una verdadera joya, no solo por su buen estado de conservación pero sobretodo por su ubicación en la orilla de uno de los más hermosos lagos Italianos. Me refiero al castillo de Sirmione en las orillas del lago di Garda.

La construcción de la fortaleza comenzó a mediados del siglo XIII, probablemente sobre los restos de una fortificación romana. Su construcción fue ordenada por el podestà de Verona Mastino della Scala con la clara función defender los intereses comerciales de Verona el el lago di Garda.

Como pasa siempre con los castillos, la fortaleza de Sirmione fue modificada y ampliada a través del tiempo, pero los cambiamientos más importantes ocurrieron después de que Sirmione paso bajo el control de la Republica de Venezia en 1405.

El Castillo de Sirmione sería solo un castillo más de la zona sino fuera por la impresionante y bellissima fortaleza acuática construida durante la dominación veneziana. Esta consiste en grandes murallas que encierran una parte de las aguas del Lago, convirtiéndose así en un puerto amurallado, donde se podía guardar la flota y donde las naves podían encontrar refugio en caso de ataque.

A partir del siglo XVI la importancia de Sirmione como posición defensiva disminuyó a favor de la fortaleza de Peschiera del Garda, la cual fue modernizada con nuevos muros que podía resistir mejor el ataque de los cañones.
Debido a la pérdida de importancia del castillo y a la falta de una buenos trabajos de manutención, todo el edificio comenzó a sufrir el paso del tiempo. Así el puerto interior fue enterradose por la acumulación de escombros, hasta llegar a ser completamente transitable y convertirse en otro de los patios del castillo.

El aspecto actual del castillo de deve a un gran trabajo de restauración realizado después del fin de la primera guerra mundial. Una nueva serie de restauros terminados en 2018 han permitido que ahora el puerto sea nuevamente abierto al público.
