El pequeño y pintoresco pueblo de Fratta Polesine, ubicado en las tierras bajas de la provicia de Rovigo, debe ser uno de los pueblos con la mayor concentración de villas de la región.
Una de ellas es la villa Badoer, que como su nombre lo indica, fue mandada a construir en 1554 por Francesco Badoero, miembro de una importante familia Veneziana, quien después de su matrimonio con Lucetta Loredàn, pasò a controlar una gran cantidad de terrenos agrícolas cercanos al actual pueblo de Fratta Polesine.

La villa debía tener la doble función de ser el centro de las actividades agrícolas de la zona y un lugar donde su dueños, aparte de poder vivir en ella parte del año, pudieran realizar fiestas y ostentar delante de sus amigos todo su poder y riqueza.
Para lograr esto, el Señor Badoer contrató los servicios del famoso Arquitecto Andrea Palladio, quien diseño una villa con dos barquezas que se unian a esta con dos columnatos curvos ayudando así a resaltar su monumentalidad y permitiendo un fácil acceso y control de los trabajos agrícolas por parte del padrón. Muchas de las villas de Paladio incluían barchezas, pero las de esta villa fueron las únicas completamente realizadas siguiendo al 100% su diseno original.
Paladio mismo las definió como dos brazos abiertos que dan la bienvenida y acogen a los visitantes. A mi me recordaron las columnas de Bernini quien más de cien años después utilizó este mismo concepto para resaltar la Basilica de San Pedro en Roma.


La característica principal de la villa Badoer es su gran pronao, al cual se accede por una escalera monumental. Osea en palabras simples, la parte anterior del edificio que hace las veces de recepción imitando un antiguo templo Griego o Romano. Esta fue la primera vez que Paladio realizó este tipo de estructura en una villa.


Hoy la Villa es un museo y la visita comienza dal subterráneo, donde antiguamente se encontraba la cocina y todas las zonas de trabajo domestico.
Después de subir las escaleras, se accede al piso principal, donde nos encontramos con los salones de fiesta y las habitaciones de los propietarios. En esta zona, todos los muros estaban cubiertos de afrescos, pero lamentablemente en algún momento, estos fueron completamente cubiertos de estuco, dañandolos considerablemente.

Durante los trabajos de restauro realizados en las últimas décadas, buena parte del estuco fue eliminado, con lo que los afrescos volvieron a la luz, permitiéndonos ver en parte cuanto bello era originalmente el interior de la villa.

En muchas villas Venetas, tienen un piso superior bastante bajo iluminado por pequeñas ventanas. En este lugar se ubicaban normalmente las bodegas para el almacenamiento de granos y es además donde generalmente estaban las habitaciones de los trabajadores.
Estas areas estan normalmente cerradas al publico pero en la villa Badoer es posible visitarlas, ya que probablemente hace no tanto tiempo atrás fueron transformadas en las habitaciones para la familia, ya que los ambientes del piso principal son sumamente grandes y difíciles de calentar en invierno.

Después de recorrer la villa, también visitamos el museo arqueológico ubicado en una de las barchezas, donde se pueden ver muchos objetos de la edad del bronce encontrados en las cercanías.
A pocos pasos de la villa, se puede visitar la casa natal de Giacomo Matteotti, un importante politico antifacista Italiano.
