Uno de los primeros paseos que hicimos al llegar a vivir a Italia fue a Ferrara, Yo la había visitado antes y me había gustado mucho.
Ferrara está en el norte la Región de Emilia Romagna, muy cerca de la rama principal del rio Pó.
Es una ciudad de medianas dimensiones muy agradable de visitar ya que su centro histórico es pequeño, casi todo peatonal y ademas es Patrimonio de la Humanidad de UNESCO. En Italia es conocida como la ciudad de las bicicletas ya que son muchas las personas que solo utilizan la bici para desplazarse por ella.

En el centro histórico son dos los monumentos principales que ese día visitamos: El Duomo y es Castello Estense.
La catedral tiene una muy bonita fachada en mármol y con muchas decoraciones que dejan ver su origen medieval, sin embargo la parte que mas me gusta son las muchas pequeñas columnas de unas especies de corredores presentes en el costado derecho de la iglesia. Adosado a esta parte aprovechando el muro de la iglesia, en algún momento se realizo una construcción para instalar locales comerciales.

Su construcción se inicio en el siglo XII, y nunca fue terminada completamente hasta que en el siglo XVIII fue casi completamente reconstruida, pasando de tener cinco a tres naves y de un estilo románico al actual barroco del interior. Ademas, el Duomo sufrió daños importantes por un bombardeo durante la segunda guerra mundial.


A pocos metros del Duomo uno se encuentra en pleno centro con un gran castillo, con foso, puentes levadizos, etc, es algo increíble y bastante único en el mundo. Es el Castello Estense que fue construido a finales del siglo XIV por la familia Este que gobernó Ferrara por cerca de 400 años. En un origen era una simple fortaleza para convertirse con el paso de los años en la sede de una lujosa corte, donde vivieron importantes personajes como por ejemplo Lucrezia Borgia.








